¡Hola a todos!

Antes que nada me presento, soy Richard Forcada, pertenezco a la Hospitalidad de Lourdes, en particular a la sección de Almazora y tengo la suerte de peregrinar diez años ininterrumpidos hasta el Santuario de Lourdes.

Desde la hospitalidad me han pedido que de testimonio de mis funciones y experiencia como responsable de acomodación durante la peregrinación.

Mi primera experiencia que tuve en Lourdes fue cuando tenía unos 12 o 14 años. La primera  visita a María, fue acompañado de mi madre, pero en esa ocasión realmente no me llamo nada. Fue a mis 32 años cuando peregrine por una prueba de fe. En ese momento yo quería demostrarle al mundo que todo aquello de Dios, de María, todo lo que ocurre en Lourdes era mentira, pues por los golpes que la vida me había dado había perdido toda la fe. Pero María tenía algo preparado para mí, quiso tocarme el corazón para darme cuenta que no podía vivir sin Ella, sin Lourdes, sin servir al que más nos necesita, ella quiso desde ese momento que me quedara junto a Ella.

Durante la peregrinación, pertenezco al grupo de acomodación, el cual se dedica a facilitar la movilidad y el bienestar a los enfermos en todos los actos de Lourdes. Acomodamos a los enfermos una vez bajan del hospital, los sentamos y trasferimos en los carros que dispone el santuario especiales, así como en cada acto los disponemos en el lugar correspondiente.

Lourdes en mí día a día y en mi vida de fe, me lo aporta todo lo que una persona puede querer y necesitar. Llena mi corazón de tal manera que la paz y esperanza interior no desaparecen durante todo el año.

Si tú que estas leyendo esto nunca has peregrinado, te invito a que vayas a vivir lo que es Lourdes. Es una experiencia única, el poder darte a los demás y sentirte lleno de fe y acompañado de la Virgen, no se puede pagar con dinero.